domingo, 4 de octubre de 2009

30 / 9 / 2009 Carta al club S. y D. ARGENTINO de Lanús

Pubicada en el diario Clarín zonal Avellaneda/Lanús jueves 1º de Octubre de 2009 correo de lectores



Una Madre Enojada


Quien quiera leer, que lea Soy mamá de un nene que con alegría desde hace siete u ocho años lo lleva a disfrutar de un juego que lo llaman Baby futbol. Hoy, domingo, me desperté con lágrimas en mis ojos y no dejo de pensar lo que viví ayer sábado 19/09 y lo que vengo viviendo ya desde hace por lo menos más de un año. No puedo dejar de sentir pena, dolor, bronca, angustia, ya no se que otro calificativo poner, no lo puedo expresar con palabras, pero una de las mas justa es angustia. Para mí el Club Argentino, es más que un lugar donde mi hijo puede jugar a la pelota. Es el club de mi barrio, donde yo fui al jardín y del cual tengo los mejores recuerdos de mi infancia, es el lugar donde parte de mi familia, para mi muy importante, dio mucho de él para que junto a otras personas, el club sea lo que hoy es. Para cualquiera que lea esta carta, no deja de ser un club mas, sin embargo, para mi no, por eso el que quiera leer que la lea y perdón por la falta de comas o puntos pero la escribo desde el corazón. Todos vivimos durante la semana, corriendo tras las cosas que nos abruman, el trabajo, los horarios, el estudio de nuestros hijos y en lugar de venir a ver como nuestros hijos disfrutan de un partido de futbol, como sonríen, cómo se hacen de amigos, los ADULTOS, venimos a descargar toda la bronca contenida de la semana y encima delante de ellos. En este club como en todos, hay chicos desde 6 a 13 años, sin contar los hermanitos más chicos, que enseñanza les damos, que ejemplo les damos!!!. Es un ejemplo pelearnos porque un referí cobro mal?, saben que, es un ser humano como nosotros que se puede equivocar como nos equivocamos también nosotros, pero nada justifica una AGRESION. Desde hace mucho y no solo en el club, siento que se perdieron, lo que antiguamente se llamaban ¨valores de la vida¨ y uno de ellos es el respeto, el respeto por el otro, quienes somos nosotros para juzgar la actitud del otro, quienes somos nosotros para agredir al otro, no hay nada que justifique semejante actitud. Lo peor de todo es que nadie pensó ni dos segundos en los chicos, nadie se fijo que alrededor de ellos había chicos y que alguno podía salir lastimado. Tan ciegos estamos, que no nos importa nada?, nadie se puso a pensar si en el medio del lio un adulto llegaba a pegarle sin querer a algún chico que pasaba por ahí, el problema que hubiéramos tenido?. Nadie pensó que nuestros chicos sábado tras sábado ven las agresiones verbales o físicas que los adultos generamos, que los chicos aprenden eso, que son receptores de semejante agresión. Y mucho menos se pensó en el problema que posiblemente vamos a tener, porque no es la primera vez que tenemos un problema, este fue la gota que colmo al menos mi vaso. Yo tengo dos hijos uno que ya termina y realmente no se que vamos a festejar a fin de año, en realidad con que ganas voy a despedir a mi hijo. Otro que es chiquito y quiero que siga en el club, por que además de lo que antes comente, lo que para mi significa este club, llevarlo a otro club implica no conocer a nadie de las personas que lo integran, yo los sábados a la mañana lo he dejado y me he ido a hacer compras porque se quienes están acá al frente, quienes son las personas que lo cuidan, quien es la persona que le vende un chupetín, por ejemplo, que nada de todo esto cuenta? Nadie piensa en los chicos que no puedan terminar de jugar en su club de toda la vida, no es triste, es tristísimo. Ustedes pueden suponer que soy muy dramática, puede ser, pero veo mas allá de mis narices cosa que más de uno no lo hace. No se si se entiende lo que siento, lo único claro que si necesito que entiendan es que lo mas valioso que tenemos son nuestros hijos, mis hijos y tus hijos y a ellos debemos pedirles perdón, por todos los malos momentos que les hacemos pasar, porque tiramos a la basura sin que nos importe, todo el trabajo que ellos hacen e hicieron en todo este tiempo, porque nos ven alterados, gritando y peleando, justamente por lo que a veces nosotros en casa, los ponemos en penitencia.

Silvana Cervantes


Fuente: http://argentinodelanusd.blogspot.com/2009/09/una-madre-enojada.html

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