viernes, 9 de octubre de 2009

La educación en valores y el deporte infantil Lic. Liliana Elsa Grabin

Quienes han transitado gran parte de su vida en la actividad deportiva, observan con actual preocupación el desarrollo del deporte infantil, en el ámbito mundial, a través de organizaciones de campeonatos deportivos al margen de la escuela y promocionándolos similarmente al modelo del deporte profesional, que responde sólo a los intereses de los adultos ignorando las necesidades lúdicas y evolutivas de los niños.
Esta Monografía tiene como objetivo realizar un aporte a la reflexión de la dirigencia que maneja el deporte infantil, basado en los conceptos de la educación en valores y los derechos de los niños que practican deportes, a fin de promover el deporte infantil basado en la educación y la salud.

Desarrollo General

El Dr. Cruz i Feliú, J. (1997) afirma que la situación del deporte infantil merece una reflexión crítica, pues ciertos valores educativos de dicha práctica, como la colaboración con los demás miembros del equipo, la persistencia al esfuerzo, el respeto a las reglas de juego y al adversario, el saber ganar y perder, entre otros, han entrado en crisis en algunas competiciones, debido a la emulación con el deporte profesional.
La experiencia deportiva saludable promueve para las metas de logro la constitución de un equipo deportivo, superando en su modelo al grupo deportivo.
Un grupo deportivo tiene como características objetivos comunes, interacción entre sus miembros, dependencia unos de otros, sentimientos interpersonales y comunicación abierta.
La constitución de un equipo deportivo, previa necesaria formación de un grupo deportivo, abarca además la cohesión grupal, a través de la solidaridad y la cooperación, basadas en relaciones interpersonales estabilizadas, roles definidos y ayuda mutua (Weinberg, R.; 1996)
La Dra. Horowitz, S. (2001) en “Mediación Educativa” desarrolla el concepto de solidaridad, como la implicación a priorizar las necesidades de otro en algún momento, buscando satisfacerlas, aún cuando en ese momento no satisfaga las propias.
La define como un valor en sí mismo que beneficia a todos pues se vive en un mundo interdependiente y genera la propuesta de que no debiera ser entendida como “lo que se debe hacer”.
Reafirma que la solidaridad constituye la estructura vertebral del aprendizaje.
La autora, asimismo, alude a la responsabilidad con la pertenencia a un grupo determinado y con el compromiso con una situación que nos involucra, es decir, que está en nuestros mismos realizar una acción para variar el curso hacia uno más positivo.

“Ser responsable”, observa la Dra. Horowitz, no está ligado a “ser bueno” sino a un sentido de pertenencia y compromiso con un grupo, con la familia, etc., constituyendo la obligación como el fruto de la responsabilidad.
Cuando se incorporan compromisos y responsabilidades, la internalización se transforma en obligación.
Así pues, los conceptos de solidaridad, compromiso, responsabilidad, obligación y grupo son también componentes mismos de la actividad deportiva, que transmitidos tempranamente en los niños representan valores educativos que por transferencia de aprendizaje harán extensivo a todos las áreas de su vida cotidiana.
De acuerdo a investigaciones llevadas a cabo por estudiosos del tema de la participación y el abandono de la práctica deportiva, sostienen que la mayoría de los púberes participan en el deporte, en primer lugar, por motivaciones intrínsecas, como divertirse y mejorar sus habilidades motrices y psicológicas; en segundo lugar, por motivos sociales, como estar con los amigos y hacer nuevas amistades y, por último, por motivaciones extrínsecas, como competir y agradar a otros, tal como comprobaron los investigadores Wankel y Kreisel (1985)
La educación escolar, en Argentina, se rige bajo las normas establecidas en la “Educación General Básica”, en cuya “Presentación” del Nivel Inicial, sostiene que los contenidos “son el conjunto de saberes o formas culturales cuya asimilación y apropiación por parte de los alumnos se considera esencial para su desarrollo personal y social” (Recomendación Nro. 26/29 del Consejo Federal de Cultura y Educación)
Los contenidos son “herramientas” para la compresión del mundo y abarcan conceptos procedimientos, valores y actitudes.
Se transcriben algunos de los conceptos fundamentales de los contenidos Básicos Educativos, a fin de transpolarlos desde la educación escolar a la educación deportiva, en el trabajo referido a los niños, en especial.

1) Síntesis de los CBC de Matemáticas para el Nivel Inicial, Bloque 5
Contenidos Actitudinales: “En relación con los otros”
Iniciación en:
  • La cooperación con otros para resolver situaciones
  • La tolerancia a las restricciones de una situación o juego
  • La tenacidad ante la búsqueda: aceptación del error propio y de otros
  • La concentración y colaboración en un clima colectivo de trabajo
  • La aceptación de distintos roles en un juego o situación
  • El respeto por los acuerdos alcanzados.


  • 2) Síntesis de los CBC las Ciencias Sociales, Ciencias Naturales y Tecnología para el Nivel Inicial, Bloque 7
    Contenidos Actitudinales: “En relación con el conocimiento y sus formas de producción”
    Iniciación en:
  • La participación activa en la resolución de problemas del ambiente
  • El interés y la valoración por los aportes y actividades de los otros
  • La aceptación y el respeto por las diferencias étnicas, culturales, religiosas, de sexo, de oficios y profesiones
  • La valoración del trabajo como medio para el logro del bien común
  • La moderación en el uso y consumo de objetos y materiales de su entorno
  • La valoración de los componentes culturales construidos a lo largo de la historia y que den sustento a la comunidad nacional, provincial y local
  • El respeto por los valores democráticos. Solidaridad, tolerancia, cooperación, libertad, justicia, igualdad, respeto a las normas sociales, honestidad
  • Una actitud abierta hacia la indagación sobre la realidad. , Curiosidad.


  • 3) Síntesis de los CBC de Educación Física para el Nivel Inicial
    Bloque 3: Juegos Motores
    Contenidos Conceptuales:
  • Juegos individuales y grupales con y sin reglas. Reglas prestablecidas incipientes y complejas con y sin roles definidos
  • Significado de las reglas y consignas
  • Comprensión y creación de reglas
  • Repertorio de juegos y rondas infantiles, populares y tradicionales, de su zona y de otras zonas
  • Juegos masivos con roles definidos
  • Juegos con refugio individuales y grupales
  • Juegos por bandos


  • Por último, en el Capítulo sobre:”Formación Ética y Ciudadanía”, expresa:
    La dimensión valorativa es una característica típica de la persona en cuanto sujeto capaz de actuar de acuerdo a finalidades u objetivos, juzgar y tomar decisiones en función de ellos, en orden a la elección de caminos de humanización personales y sociales.
    Cabe destacar, nuevamente, la generalización de los conceptos sobre los valores educativos dirigidos a los niños, ya sea en el plano familiar, escolar y deportivo, respectivamente.
    La Dra. Sara Horowitz, en su artículo sobre “Amonestaciones/ Autoritarismo versus Responsabilidad/ Mediación Educativa”, expresa que la comunidad educativa se asemeja a una familia ya que sus miembros mantienen una relación de continuidad que no dura sólo unas semanas o meses y, al igual que en una familia, los miembros tienen una larga historia de compartir experiencia presente, muchas veces pasada y futura; esa experiencia tiene distintos niveles de intimidad, en general más fuerte y cohesionada como la clase de pertenencia que con el resto de la escuela.
    La actividad deportiva promueve, a través de los años, la constitución de los principios de una “familia sustituta”, en roles bien definidos, con responsabilidades compartidas, con normas preestablecidos, experiencias compartidas vivenciales de autonomía y de autocontrol, derechos, como así también el conocimiento de que la meta se obtiene con plena colaboración y esfuerzos mancomunados.
    El concepto de “todos para uno y uno para todos” en la práctica del deporte grupal, adquiere un valor paradigmático al que todos adhieren y significativamente se reconoce a través de los cánticos, de los distintivos, de la camiseta y su número, de la elaboración psicológica conjunta e individual ante las gratificaciones y las frustraciones por los resultados deportivos.
    Continúa la Dra. Horowitz, en otro párrafo de su artículo que “seguramente el aspecto más beneficiado es el “clima relacional emocional” y la transformación de toda la escuela en un entorno seguro, contenedor, con espacio para la equivocación como así también la aceptación de que los estudiantes pueden tener distintos ritmos de incorporación de conocimientos”

    Relevo de la misma publicación las tres premisas fundamentales del Departamento de Educación del Estado de Maryland:
  • Todos los chicos pueden estudiar
  • Todos los chicos tienen derecho a concurrir a una escuela en la que puedan progresar y aprender
  • Todos los chicos deberían tener la misma oportunidad de estudiar contenidos igualmente rigurosos

  • En el artículo “Cómo pensar y aplicar una educación en valores” Santiago Sánchez Torrado, llama la atención sobre la función ética de los centros de enseñanza.
    Afirma, que la actual ”era del vació” debe ser combatida con propuestas morales, para la configuración de una ciudadanía marcada por el compromiso social y cuyos temas son:
  • La educación para la tolerancia
  • La educación para la paz
  • La educación para la interculturalidad,
  • La educación para la democracia.
  • La educación para la solidaridad
  • La educación para el voluntariado

  • Si realizamos un recorrido por los valores que promueve la actividad deportiva saludable, especialmente en niños, nos permitiría establecer los siguientes parámetros, con relación a lo anteriormente expuesto por Santiago Sánchez Torrado, a saber:
  • La educación para la tolerancia (diversidad cultural, social, étnica y religiosa)
  • La educación para la paz (fair play o “juego limpio”)
  • La educación para la interculturalidad (juegos internacionales)
  • La educación para la democracia. (respeto y aceptación de las normas prestablecidas)
  • La educación para la solidaridad (“todos juntos lo lograremos”)
  • La educación para el voluntariado (esencia misma de los megajuegos)

  • El mismo autor, considera que los temas básicos para una educación en valores debieran ser tales como:
    Educación para el consumo crítico y responsable
    Educación para el uso de los medios de comunicación
    Educación para el gusto estético de las bellas artes


    Por último, expresa:
    Educación para el uso del tiempo libre (tiempo libre y recreación)

    El deporte promueve conductas individuales, cooperativas y competitivas en todas sus magnitudes. El uso adecuado de estos modelos conduce a una acción eficiente, efectiva y eficaz, capaz de obtener el logro deseado.
    Lo importante es reconocer la ocasión adecuada para producir la conducta de acuerdo a cada modelo y objetivo, pues un error en la elección produciría, en principio, situaciones de agresividad no controladas por la acción agonística, luego agresión y, por último, violencia social.
    En síntesis, se podrían transitar acciones desde la agonística (competitividad) la agresión (individual) y la violencia (social) por la ineficiencia en el manejo de estos tres tipos de aprendizajes.
    Johnson, D. & Johnson R. consideran que en cualquier actividad los seres humanos pueden organizar sus esfuerzos de tres maneras: competitiva, individualista o cooperativa.
    Cada una de ellas tiene sus partidarios y sus críticos y cada una de estas formas puede ser eficaz o errónea en determinadas condiciones.
    Cada vez que interactuamos con otro ser humano hacemos una elección respecto del equilibrio entre estas tres formas de relación.
    Los autores consideran que un objetivo de aprendizaje es un estado futuro deseado de demostración de competencia o dominio en la materia que se está estudiando.
    La estructura de objetivos especifica las formas de interacción de los estudiantes entre ellos mismos y con el docente para alcanzar ese objetivo.
    Para decidir qué estructura de objetivos o qué combinación de estructuras de objetivos utilizar en una actividad, los docentes tienen que entender la naturaleza de los esfuerzos
    de tipo cooperativo, competitivo e individualista y las condiciones en el uso de la estructura de objetivos.
    En un aula ideal, todos los alumnos aprenderían a trabajar cooperativamente, a competir por diversión y a trabajar de manera autónoma.
    No todos los autores e investigadores coinciden en la educación de valores que promueve la actividad deportiva, en su saludable carácter.
    Cabe destacar, que la actividad, tal como se mencionó anteriormente, favorece factores de salud y educación y, por ende, cuando esta actividad se torna altamente competitiva en niños y jóvenes, cuando genera coacción, mercantilismo, objetivación del sujeto deportivo y niveles de comunicación psicopatológicos, los únicos responsables de esta manifestación en la actividad son los hombres que la dirigen.
    Defenestrar la esencia lúdica de la actividad, nacida con el hombre mismo, significa subjetivar una actividad y se tendería a caer en el mismo error que objetivar al hombre deportivo.
    La actividad deportiva es saludable; quien se enferma es el “hombre en situación deportiva” que la dirige, transformándose en un “paciente en situación deportiva (Grabin, L., 1995)
    Esta postura la adopta, Dominique de Saint Mars, en su artículo “Carteles sobre la tolerancia para los niños”, cuando afirma que “en el deporte como en la vida, muchas veces tenemos miedo de no servir para nada y, entonces, para defendernos podemos ser poco deportivos, o violentos, o jugar de manera egoísta. Para que consideren que uno es mejor jugador o que su equipo es el mejor, para ganar, se tiene incluso la tentación de hacer trampas o de aplastar o humillar a los demás.
    Sin embargo, continúa la autora, todo el mundo sabe perfectamente que la violencia engendra la violencia. Y que una victoria conseguida por la violencia no tiene mérito, Podemos transformar la agresividad en energía positiva para ser mejores.
    Ser tolerante es respetar a los adversarios como quisiésemos que ellos nos respetaran.
    Ser tolerante es aceptar que a veces uno es menos capaz que los demás, sin perder confianza en sí mismo. Es tener espíritu de equipo, para compartir tanto las derrotas como las victorias.
    La tolerancia no nos quita nada, sino que, por el contrario, nos hace más fuertes por dentro.
    Se infiere por la postura que asume Saint Mars incurre en pre-juicios con respecto al deporte y que confunde, en sus inferencias, una actividad del hombre con el hombre en el desempeño de una actividad.
    Los componentes psicopatológicos que aluden son aspectos de la personalidad de un individuo que practica deporte y no le pertenecen a la misma. Comparativamente podríamos, de acuerdo a la autora, confirmar que se produjo un choque entre automóviles por culpa del semáforo que cambió de color.
    Contraria es la postura que desarrolla Eliana Aldea López, en su artículo “La evaluación en Educación en valores”, la cual sostiene que “cuando existen valores y actitudes son consensuadas y promovidas conjuntamente con el profesorado, la educación en valores alcanza su pleno sentido.

    Los valores, actitudes y normas son primariamente vividos en el establecimiento educacional, en el clima organizacional, y luego, enseñados.
    La competencia deportiva deriva en su devenir, aspectos transculturales, ya sea a partir de la participación de torneos nacionales e internacionales.
    El aprendizaje cultural, entendido como el respeto a las diferentes culturas, representa un conocimiento tan importante de difundir como el aprendizaje de las habilidades deportivas, la técnica, táctica, estrategia y el reglamento que lo rige.
    La Dra. Horowitz plantea en su artículo “Educando sin prejuicios” algunos de los siguientes parámetros, a saber:
    Ayudar a los chicos a construir una comprensión sin estereotipos ni prejuicios, acerca de las similitudes y diferencias de las personas e incorporar todos los aspectos de diversidad, desde género, raza, nivel económico y antecedentes étnicos, hasta características físicas intelectuales y emocionales, lo que a veces se denomina educación multicultural.
    La Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1989, promovió la “Declaración de los Derechos del Niño”, estableciendo que representan un conjunto de normas acordadas que deben respetar todos los países que la firmaron y ratificaron.
    Esta Convención fue adoptada por la Asamblea General de la Naciones Unidas, en noviembre de 1989. Sus artículos proponen nuevos aportes a los contenidos en la “Declaración de los Derechos del Niño” de 1959.
    Fundamentalmente, avanza en el aspecto jurídico, al hacer a los Estados firmantes “jurídicamente” responsables de su cumplimiento.
    La “Declaración de los Derechos de los Niños”, constituye los siguientes artículos, a saber:
  • Derecho a no sufrir discriminaciones a tener libertad de pensamiento y de religión.
  • Derecho a recibir educación
  • Derecho a jugar, descansar y hacer deportes
  • Derecho a recibir alimentación, atención médica y una vivienda digna
  • Derecho a no ser explotados económicamente
  • Derecho a opinar y ser escuchados
  • Derecho a tener un nombre una nacionalidad y una familia
  • Derecho a que nadie haga con nuestro cuerpo cosa que no queremos
  • Derecho a participar en la vida cultural y artística
  • Derecho a crecer en libertad y a pedir y recibir información

  • El artículo que esgrime el “Derecho a jugar, descansar y hacer deportes”, fue refrendado por The National Association for Sport and Physical Education´s Youth Sports Tast Force, en 1996, con los siguientes artículos, aplicados a la actividad deportiva infantil, a fin de preservar los valores en salud y educativos de la práctica deportiva infantil, a saber:
  • A participar en las competiciones deportivas
  • A participar en un nivel adecuado con la habilidad
  • A tener un liderazgo adulto calificado
  • A jugar como un niño y no como un adulto
  • A compartir el liderazgo y toma de decisiones
  • A participar en un entorno seguro y saludable
  • A una preparación adecuada para la competición
  • A una igualdad de oportunidades para tratar de conseguir el éxito
  • A ser tratado con dignidad
  • A divertirse en su participación deportiva


  • Con esta manifestación de derechos, se reafirma el concepto que la iniciación deportiva implica el “desarrollo de las habilidades motrices, es decir, que hace referencia al aprendizaje motriz y es muy importante separar la iniciación deportiva con la especialización precoz” (del Río Martínez, P., 1989).

    Comenzar pronto sin darse demasiada prisa
    proverbio chino


    Conclusiones

    En la práctica deportiva infantil la educación en valores debiera no sólo difundirse a los niños, sino también promoverse a los padres de los jugadores – deportistas, en especial, y a la dirigencia, en general.
    El mercantilismo deportivo infantil, tiende a extender sus raíces hacia deportistas cada vez más jóvenes, basados en la selección de talentos, como una futura fuente de recursos económicos, para quienes los “comercian”, sponsors y/o representantes y para las familias de los futuros deportistas, las cuales en su mayoría son engañadas en su buena fe o abusando de sus necesidades con la promesa de “espejitos de colores”
    Psicólogos del Deporte, en el ámbito mundial, se dedican a difundir la necesidad de la educación en valores en la práctica deportiva infantil y de los abusos que en nombre de ella se pueden cometer por parte de los adultos.
    Se infiere que una forma muy sencilla de reflexión y aprendizaje con relación al tema es la difusión sencilla de sendas prosas, que a continuación se presentan, a los fines de la máxima comprensión, principalmente, de los padres y en algunas ocasiones de un dirigente.
    En síntesis, la actividad deportiva representa un estilo de escuela de vida capaz de promover
    valores en el hombre en beneficio de su calidad de vida.
    El estilo de aprendizaje cooperativo, individualista y competitivo se desarrollan a partir de un
    juego deportivo.
    El respeto por los otros y las reglas del juego, entendido por el fair play, conllevan el
    aprendizaje frente a la diversidad.
    El equilibrio de las emociones, la autodeterminación, el valor del esfuerzo y del estímulo
    conjunto, el entusiasmo por las gratificaciones y la aceptación ante las frustraciones, en muchas
    ocasiones, evitan ante un conflicto su propia escalada.
    La cohesión del equipo, las amistades, las vivencias campamentales, la identidad barrial o hacia
    un club, los cánticos todos ellos constituyen valores de vida.
    Los niños tienen derechos universales delineados por la Organización de las Naciones
    Unidas (ONU) y también tienen derechos los jóvenes que practican deportes, sólo se
    requiere respetarlos por el mundo adulto y, para ello, se infiere que el único camino
    posible es la educación, entre ella la educación en valores.
    Todo lo demás, es obra de algunos hombres, que fuera del ámbito deportivo, tampoco
    sabrían cómo vivir en armonía, en democracia y con el beneficio de la paz.

    Lic Liliana Elsa Grabin
    Directora Docente del Posgrado Anual de "Psicología aplicada al Deporte", UBA
    Presidente Asociación Argentina de "Psicología aplicada al Deporte" ASAPAD
    Directora Docente Ciclo Anual de Cine Debate

    Fuente :http://www.aainfancia.org.ar/leer.php/40

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