jueves, 22 de octubre de 2009

PIBES S. A.

Jueves 26 de julio de 2007

"Debemos actuar urgentemente para frenar la locura que nos acosa", advierte el editorial de la Federación de Escuelas de Fútbol Infantil. La FEFI es una de las ligas más poderosas para pibes de entre seis y doce años de edad, antes del ingreso a los clubes grandes. "Está entre nosotros hacer de esto la arena romana y matarnos entre todos…o moldear desde hoy ese lugar para…que los nenes jueguen un partido de fútbol sin ver la degradación que algunos nos quieren imponer", agrega el editorial, correspondiente al número 311, del 30 de junio pasado.

El editorial advierte sobre "clubes que truchan jugadores", "sinvergüenzas que enseñan en un vestuario a mentir y a estafar a nenes de siete, ocho o doce años" haciendo jugar entre sí a niños "hasta cuatro años más grandes", "falsos matones que no les importa el pánico que producen en las criaturas" y clubes "que quieren ganar como sea, presionando árbitros, retrasando jornadas, no haciendo jugar los tiempos reglamentarios a cada nene y mandando a golpear".

Se trata, acaso, de la contracara del fenomenal éxito del competitivo fútbol juvenil argentino, seis veces campeón mundial Sub 20, cinco en los últimos doce años. Los Sub 20 argentinos, en realidad, ya son casi "veteranos" curtidos en la competencia . La "fabricación" de los cracks comienza desde mucho antes. Superar esa prueba es el primer escalón. El descubridor de Riquelme, Jorge Rodríguez, contó una vez un golazo que hizo Román de muy pibe eludiendo rivales mientras lloraba por los retos de su padre. Otros no pueden hacerlo. Como podría ocurrirle tal vez al arquerito de seis años que, en su segundo partido "oficial" en la Liga de FEFI, tomó un balón apenas afuera del área y le cobraron mano:"boludo, qué hacés", le gritó su entrenador, desencajado.

La escena (contrarrestada por otras realmente más cálidas, como la de un árbitro que hizo jugar a una niña down) fue vista por un corresponsal de medios extranjeros que prepara estos días un artículo para la revista española La Clave. España, justamente, es el lugar ideal para llevar a estos nenes antes de los doce años. Si llegan con más de doce, ocupan plaza de extranjero y no pueden competir en ligas juveniles. Por eso ya están allí haciendo pruebas el hábil zurdo Gastón Videla y el goleador Laureano Ludueña, llevados por unos abogados de Barcelona. Tal vez sigan los pasos de Federico San Millán (12 años, fichó con Getafe), Germán Pacheco (15 años, dejò Vélez y se fue al Atlético de Madrid) y Lucas Trecarichi (16 años, en Sevilla). Trecarichi, que hoy tiene una cláusula de rescisión de contrato que supera los 3 millones de euros, había sido fichado primero por el Leganés, en un Mundial Copa Danone Sub 12, el mismo en el que el Barcelona de España adquirió al juvenil estrella mexicano Giovanni Dos Santos. Los pibes, y más aún los clubes, sueñan con el modelo Messi, que llegó por monedas a los 13 a Barcelona y que hoy vale 150 millones de euros.

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Fuente:http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=929359

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