lunes, 5 de octubre de 2009

13 / 6 / 2008 Futbol Infantil: Diversión, Juego o Competencia


Liga A.B.Varela

Entrevista con Walter Dárdano, Presidente Fútbol Infanto Juvenil Liga Dr. Adrián Béccar Varela

El fútbol es, para las instituciones deportivas de nuestra región, la base y sustento en el cual se apoyan otras disciplinas que conforman esa institución.

Dentro de este planteo, el fútbol infantil forma parte de uno de los pilares fundamentales de los clubes, que se servirán, años más tarde, de los frutos cosechados en lo que comúnmente se denomina el ?semillero? futbolístico.

En más de una oportunidad la discusión en torno a la práctica del fútbol infantil estuvo instalada en si ésta debería ser un espacio de contención social para los chicos o tomársela como una práctica estrictamente competitiva.

En los últimos años, la segunda opción superó ampliamente a la primera. Ya sea por las formas de conducción, por ?necesidades? diferentes o por la presión que muchos padres ejercen pretendiendo que sus hijos no sólo jueguen, sino que, y por sobre todo, ganen los partidos y de ser posible, los campeonatos.

En este sentido, consultado por El Observador, Walter Dárdano, Presidente del Departamento Infanto-juvenil de la Liga Regional de Fútbol Béccar Varela, sostuvo: ?Nos tiene muy preocupado lo que está sucediendo en torno a este tema. Nos estamos ocupando y preocupando; casualmente estoy ahora preparando el orden del día para la próxima reunión, y uno de los puntos a tratar es el comportamiento de algunos papás. Lamentablemente este año se han despertado reacciones increíbles, y esto se da más en las canchas chicas donde el juego es recreativo y en la que no suman puntos; hemos tenido inconvenientes hasta con algunos delegados de los clubes Está reglamentado que cuando existe algún inconveniente, el árbitro y los delegados deben calmar o retirar a la persona que lo provoca, y hasta se puede dar por terminado el partido?.

Muchas veces, las determinaciones que se tomen perjudican, indefectiblemente, a los clubes como consecuencia de la actitud de los padres o delegados, en este sentido Dárdano opinó ?A veces, no queremos tomar determinaciones contra las instituciones, los responsables somos las personas que representamos a esas instituciones. Los clubes hacen un gran esfuerzo para pagar técnicos, preparadores físicos, médicos para que los chicos lejos de estar en la calle, practiquen fútbol en los clubes, y resulta que el sábado los papás actúan con violencia perjudicando a esos clubes?.

La competencia, la bronca o muchas veces la frustración de no haber podido ser futbolista, lleva a los papás a volcar en los chicos su propia falencia; es entonces cuando surge la presión por ganar, y aparece el insulto a los árbitros y hasta los mismos compañeros o eventuales adversarios de sus hijos, ignorando que nos son más que sus vecinos o compañeros de colegio.

En este sentido, Dárdano opina que el hecho de ser dirigidos por árbitros profesionales provoca en los padres una transformación hasta no entender que se trata de categorías recreativas, en las que no hay nada en juego más que el juego mismo. Lejos de responsabilizar a los árbitros, agregó: ?Sabemos que hay árbitros buenos, regulares o malos, como en cualquier otro trabajo, pero eso no les da ningún derecho a agredirlos e insultarlos. Existen formas reglamentarias para que los delegados sancionen o hagan sancionar a esos árbitros, de hecho, este año ya se aplicaron varias sanciones.

En las siete primeras fechas del campeonato los árbitros podrían haber informado a muchos delegados por agresión, por lo que les hubiera correspondido suspensiones y hubieran sido sancionado los clubes?.

Con respecto a los padres, Dárdano agregó: ?Muchos padres descargan la bronca acumulada durante toda la semana en un partido de fútbol en el que está jugando su hijo, qué ejemplo le dan a esos chicos?.

Finalmente, consultado sobre qué se puede hacer desde los clubes para tratar de solucionar este problema, opinó: ?Creo que desde la dirigencia debería bajar el mensaje hacia los técnicos y decirles señores, no quiero técnicos que se desborden porque trasladan eso a los chicos y, como consecuencia, a los papás. Tenemos que ponernos de acuerdo entre dirigentes y técnicos y llegar a los padres para que entiendan que esas actitudes pueden perjudicar seriamente a las instituciones. Para eso, el dirigente debe ser dirigente, y no hincha?.

En los últimos años, la práctica del fútbol infantil dejó de ser recreación y esparcimiento para transformarse en una competencia que preocupa por el desborde de los padres y la presión que estos ejercen sobre sus hijos. Por otro lado, está la actitud de muchos técnicos que sufren esa misma presión, ya que el fútbol es su trabajo y su fuente de ingresos y por lo tanto deben actuar en consecuencia.

El fútbol exige competencias, títulos, campeonatos. Pero para llegar a eso debe existir, primero, un trabajo serio y responsable de los actores involucrados. El fútbol infantil cumple en nuestros pueblos una función social importante que implica contención; si se los contiene, se los educa y se los forma, tarde o temprano los resultados estarán a la vista, de lo contrario habremos provocado sólo frustraciones, descontento y discriminación en aquellos niños que ven, en el fútbol, un espacio donde divertirse y distraerse.

Fuente: http://www.montemaiznet.com.ar/php/modules/news/article.php?storyid=4288

No hay comentarios:

Publicar un comentario