Esto Pareciera Ser Hoy El Futbol Infantil Acá Recopilamos Lo Que No Debería Ser ¡Se Dice Que Se Quiere Cortar De Raíz La Violencia En El Futbol¡- La Raíz No Hay Que Cortarla Hay Que Alimentarla De Buenos Ejemplos - La Raíces Son Los Chicos Del Futbol Infantil Que No Entienden Como Un Juego Placentero Pasa A Ser Una Disputa Entre Adultos - Quienes Muchos De Estos Les Han Robado El Juego Que Les Pertenece – Lógicamente No Son Todos – Son Pocos Y Esos Pocos Dañan Lo Que Muchos Hacen De Corazón.
"Debemos actuar urgentemente para frenar la locura que nos acosa", advierte el editorial de la Federación de Escuelas de Fútbol Infantil. La FEFI es una de las ligas más poderosas para pibes de entre seis y doce años de edad, antes del ingreso a los clubes grandes. "Está entre nosotros hacer de esto la arena romana y matarnos entre todos…o moldear desde hoy ese lugar para…que los nenes jueguen un partido de fútbol sin ver la degradación que algunos nos quieren imponer", agrega el editorial, correspondiente al número 311, del 30 de junio pasado.
El editorial advierte sobre "clubes que truchan jugadores", "sinvergüenzas que enseñan en un vestuario a mentir y a estafar a nenes de siete, ocho o doce años" haciendo jugar entre sí a niños "hasta cuatro años más grandes", "falsos matones que no les importa el pánico que producen en las criaturas" y clubes "que quieren ganar como sea, presionando árbitros, retrasando jornadas, no haciendo jugar los tiempos reglamentarios a cada nene y mandando a golpear".
Se trata, acaso, de la contracara del fenomenal éxito del competitivo fútbol juvenil argentino, seis veces campeón mundial Sub 20, cinco en los últimos doce años. Los Sub 20 argentinos, en realidad, ya son casi "veteranos" curtidos en la competencia . La "fabricación" de los cracks comienza desde mucho antes. Superar esa prueba es el primer escalón. El descubridor de Riquelme, Jorge Rodríguez, contó una vez un golazo que hizo Román de muy pibe eludiendo rivales mientras lloraba por los retos de su padre. Otros no pueden hacerlo. Como podría ocurrirle tal vez al arquerito de seis años que, en su segundo partido "oficial" en la Liga de FEFI, tomó un balón apenas afuera del área y le cobraron mano:"boludo, qué hacés", le gritó su entrenador, desencajado.
La escena (contrarrestada por otras realmente más cálidas, como la de un árbitro que hizo jugar a una niña down) fue vista por un corresponsal de medios extranjeros que prepara estos días un artículo para la revista española La Clave. España, justamente, es el lugar ideal para llevar a estos nenes antes de los doce años. Si llegan con más de doce, ocupan plaza de extranjero y no pueden competir en ligas juveniles. Por eso ya están allí haciendo pruebas el hábil zurdo Gastón Videla y el goleador Laureano Ludueña, llevados por unos abogados de Barcelona. Tal vez sigan los pasos de Federico San Millán (12 años, fichó con Getafe), Germán Pacheco (15 años, dejò Vélez y se fue al Atlético de Madrid) y Lucas Trecarichi (16 años, en Sevilla). Trecarichi, que hoy tiene una cláusula de rescisión de contrato que supera los 3 millones de euros, había sido fichado primero por el Leganés, en un Mundial Copa Danone Sub 12, el mismo en el que el Barcelona de España adquirió al juvenil estrella mexicano Giovanni Dos Santos. Los pibes, y más aún los clubes, sueñan con el modelo Messi, que llegó por monedas a los 13 a Barcelona y que hoy vale 150 millones de euros.
Desde el baby fútbol se les exigen resultados, goles, buen juego y, si es posible, que lleguen a primera división
Domingo 25 de marzo de 2001
Se les exigen resultados, se les pide buen fútbol, se les grita para que metan pierna fuerte, que ganen todo, que salgan campeones e interiormente y por lo bajo que sean los salvadores de la familia. Alguno podría pensar que esto es el comienzo de una crónica que habla del fútbol superprofesionalizado que se consume a diario. Pero nada más lejos que eso. Es simplemente baby fútbol. Sí, el fútbol de los más chiquitos. Esos que juegan a la pelota por diversión. Pero claro, sólo ellos lo tienen bien claro, porque, al parecer, quienes no: los padres.
Los que están más en contacto con los chicos y saben de los manejos y las presiones de los padres, son los entrenadores. En el Club Social Parque está a cargo de la escuela de fútbol Fernando Batista, que analiza la situación: "Acá hay algo que es muy cierto, hay muchos chicos que vienen a jugar baby fútbol, más por gusto de los padres que por decisión propia. Muchos de los papás creen que se van a salvar si sus hijos llegan a primera, pero en realidad lo que no saben es que éste es un camino demasiado largo y que muchas veces pasan cosas que hacen que el chico no quiera jugar más".
Y continuó: "Esto ya se tornó insostenible, porque ahora compran chicos de 6, 7 y 8 años y los pibes todavía no tienen ni idea de lo que es una pelota de fútbol. ¿Y esto a quién le importa más? A los chicos, no... a los padres. Ellos son los que van a hablar de números. Números que cierran para los que los compran, y ni siquiera los padres los pueden entender".
Las voces se repiten y las historias que se recogen van dibujando el panorama que se vive, desde el comienzo en el juego de la pelota. Carlos Marcel, de 44 años, entrenador de todas la categorías del Club Social y Deportivo Unión Marchigiana (1era filial de Ferro Carril Oeste), es otro de los protagonistas de esta historia: "Hay que entender que ya el baby no es lo mismo que antes; es demasiado competitivo. Todo el tiempo se está exigiendo más. Sobre todo los padres, que quieren resultados. Te piden jugar bien, ganar y salir campeón y no se dan cuenta de que los que están dentro de la cancha tienen 8 y 7 años".
Todos hablan de presiones, pero a ello les suman la exigencias de terceros. "Esto de comprar chicos del baby fútbol es una locura. Pero claro, es una buena inversión para los que están en esto de comprar jugadores. Con muy poca plata se quedan con diez jugadores y apuestan a que alguno la rompa al llegar a primera. Ojo, que también hay muchos clubes que apuestan a esto", comentó Marcel.
El club Estrella de Maldonado es uno de los más reconocidos dentro del fútbol de los más chicos. El DT Hugo García, 50 años, también habló sobre el tema: "Sabemos que Estrella es una vidriera y eso quizás sea un motivo para que algunos padres, ante una situación tan complicada del país, opten por traer al chico a este club. De todas maneras, nosotros siempre intentamos que jugar sea lo menos traumático posible para los chicos".
Osvaldo Sarubbi, de 46 años, es entrenador del club Atlético La Paternal. La experiencia de ser un hombre de muchos años en esto -antes conducía parte del fútbol de Estrella de Maldonado- es importante para saber aún más de cómo es la relación de los padres y los chicos a la hora de pisar una cancha de fútbol. "Lo que pasa es que los padres que alguna vez jugaron o entienden del juego quieren que los chicos la paren de pecho y claven la pelota en el ángulo, y no terminan de entender que esto para ellos es sólo un juego, no un trabajo para el día de mañana. Los chicos sufren cada vez más las presiones."
Y continuó: "Te voy a dar un ejemplo de la desesperación que hay para que el nene sea el salvador: hace unos meses vino un padre de un chico y me dijo: ¿y, cómo anda mi pibe? Yo no sabía qué decirle porque el chico tiene 4 años, todavía le faltan 3 años para comenzar a competir en FAFI (Federación Amateur de Fútbol Infantil). Por ahora es una escuelita. Intenté explicárselo, pero... no hay caso".
Muchos ejemplos se pueden mencionar para dejar en claro que ya los chicos no juegan a la pelota y se la pasan jugando al fútbol; pero, quizá, otra referencia lo grafique mejor: "Parece mentira pero... hay muchos padres que en su desesperación y por lo mal que está la cosa en el país te dicen: dame unos pesos y yo te traigo a mi pibe para que juegue en tu equipo. Está todo mal porque los padres no entienden que ya muchos chicos no disfrutan de jugar a la pelota. La culpa de que se haya perdido todo lo amateur que le quedaba al baby es de los padres", concluyó Sarubbi.
Por Diego Morini De la Redacción de La Nación
"Quiero ganar mucha plata"
La ilusión de llegar al fútbol grande entusiasma a los más chicos. Codearse con esos jugadores que ven en TV es el sueño de muchos, como Brian Steccato, de 10 años, que juega en Social Parque: "Yo juego al fútbol porque me gusta. Además, estaría bueno poder llegar a primera".
Carta de la Comisión del club C.A.N.E.O. dirigida a Victor Magni y a Viviana Mignani, Desarrollo Humano y Deportes, respectivamente, por incidentes muy serios en partidos de futbol infantil provocados por jugadores y simpàtizantes de Santa Catalina.
Marcos Paz 5 de Octubre del año 2009.
Secretaria de Deporte y Desarrollo Humano:
Sr. Directivo: Victor Magni y Viviana Mignani
Nos dirigimos a usted, la comisión del club C.A.N.E.O a fin de comunicarles los hechos ocurridos en la cancha de Santa Catalina el día 4 de Octubre de 2009, donde jugamos de visitantes.
Categoría: 99/00 Partido tranquilo
Categoría: 98/97 Partido tranquilo
Categoría: 95/96 Se realizo un informe a las 16:45hs en la mesa de planilla de juego, donde se detalla que arrojan piedra desde afuera de la cancha a los jugadores de C.A.N.E.O de dicha categoría, los referís que dirigían este partido viendo lo que sucede no aplican el reglamento correspondiente
Categoría: 93/94 Comienza el partido, el primer tiempo estuvo tranquilo, en el segundo tiempo faltando un minuto (marcado por el réferi) uno de nuestros jugadores recibe una patada desde atrás la cual es cobrada por el arbitro, a esto se apronta el jugador poniendo la pelota en el suelo y parándose para patear cuando un jugador contrario con la camiseta nº 19 lo agrede con golpe de puño, se empujan entre si, técnico y ayudante de C.A.N.E.O entran a separarlos, en ese momento el réferi da por terminado el encuentro. Los jugadores de C.A.N.E.O festejan el triunfo ya que ganaban 1 a 0; es entonces que reciben golpes de puños y patadas de parte de los jugadores de Santa Catalina estando aun en la cancha ambos equipos por la puerta principal ingresan hinchada y distintas categorías de Santa Catalina sumándose a la agresión hacia los jugadores y técnicos de nuestro club, así también vuelven a arrojar piedras impactando una de ellas en la cabeza de Jonathan Fernández jugador de la categoría 93/94 quien se retira del lugar sangrando al igual que Mariano Oliva, de la misma categoría a quien le rompieron los labios y la nariz terminando los dos chicos con atención en el hospital, requiriendo sutura; Fernández 4 puntos en la cabeza y Oliva 2 puntos en el labio interno.
Nos retiramos del Club Santa Catalina rápidamente subiendo a los chicos del club al micro como protección a la inseguridad y violencia que se presento al término del último partido, recibiendo amenazas de armas de fuego.
Se solicita a las autoridades de la Secretaria de Deportes que decidan y apliquen las sanciones, ya que con anterioridad fue pactada en caso de disturbios, amenazas, incidentes o agresiones de dicho club.
Santa Catalina no cumple con dichas normas exigidas por ustedes como autoridades de la Secretaria de Deportes y Liga Municipal de Futbol 2009.
La comisión del club C.A.N.E.O solicita i exige.
a- La suspensión de la cancha.
b- No participación en la segunda vuelta
c- Quita de puntos para todas las categorias del club de Santa Catalina.
Ya que con las suspensiones anteriores que tuvo el club no hubo mejoría alguna, por eso solicitamos dichas sanciones a-; b-; c-, a que se aplique sin ninguna excusa.
Se adjunta en dicha nota los certificados de atención médica de Fernandez Y Oliva, en el hospital municipal Dr Hector J. D´ Agnillo de Marcos Paz.
Solicitamos por el acontecimiento de hechos tan graves la presencia de la señora directora de deportes, Sra. Viviana Mignani, para la reunión del día 6 de Octubre de 2009.
Jerónimo Vázquez es alumno de la Escuela de Directores Técnicos de Fútbol de Bariloche y señala que la situación crítica del fútbol local “lamentablemente no es una sorpresa”. Por su parte, Cristina D Avanzo, mamá de dos jóvenes jugadores del Luna Park, explica las razones por las que está a favor del buen deporte y arbitraje.
Manejo del fútbol infantil en la ciudad
Sr. Director: la situación crítica expuesta por estos días en relación al Futbol Infantil lamentablemente no es sorpresa para muchos de los que están vinculados de alguna u otra manera a esa actividad. Desde hace tres meses soy uno de los alumnos de la Escuela de Directores Técnicos de Futbol que se da en la ciudad, curso que dicta la ATFA (Asoc. de Técnicos del Fútbol Argentino) en muchas otras ciudades del país y que otorga el único título habilitante para dirigir cualquier equipo que participe en un torneo organizado por AFA.
Muchos de los que cursan conmigo están al frente de grupos de chicos y nos comentan a diario los problemas que enfrentan para llevar adelante este trabajo de mejor manera. Este tipo de charlas se dan debido a que el primer año del curso todo lo que vemos está relacionado a la "enseñanza" del fútbol en las categorías menores. Y quiero remarcar eso de "enseñanza" ya que muchas veces no se tienen en cuenta cómo las actitudes, conductas o gestos de los más grandes inciden en los más chicos.
Eso es una de las cosas a evaluar por parte de los padres y de los dirigentes que realmente quieren "formar" verdaderos jugadores de fútbol que sean ejemplos y no "adiestrar" a niños para ganar. Si bien cada uno de los chicos trae valores que su realidad "familiar-social" les inculca y muchas veces van en contra de lo que los técnicos-profesores tratar de enseñar, los técnicos capacitados, los que tienen experiencia, saben cómo se manejan esas situaciones. Y así deben hacerlo valer los que dirigen las instituciones que quieren llevar adelante un proyecto de Fútbol Infantil íntegro, donde no sólo el chico crezca como jugador, sino como persona, donde se priorice el juego y el compañerismo y no tanto la competencia.
Ya en los que organizan campeonatos para chicos muy chicos deberían replantearse hasta qué punto hacen bien en esto de darle un aire competitivo a edades en las que todavía los fundamentos no están del todo desarrollados, cuando se premia a los que ganan y nada se llevan los que pierden. Si bien hay muchos casos puntuales de buena formación en juveniles y de buenos proyectos en inferiores, es ahí en donde deben apuntar la mayor cantidad de recursos (que no siempre es dinero) y así, con tiempo, la luz al final del túnel se va a hacer más grande.
La motivación en los chicos es enorme, y tal como se dijo en opiniones anteriores, a nivel organizativo deberían estar a la altura, pero con que los padres, dirigentes y árbitros tuvieran un poco más de sentido común y sepan discernir entre la buena "formación" y la mala, apoyar la buena, llevando a sus hijos a ella o contratando los dirigentes a quienes la inculcan, recién ahí la esperanza de un mejor desarrollo futbolístico de jugadores y la idea de tener alguna vez un equipo que obtenga buenos resultados en las ligas profesionales y, por qué no, algún jugador en los equipos grandes del país puede ser más real. Atte.
Jerónimo Vázquez
Si al deporte y al buen arbitraje
Leí la nota del Sr Barría sobre el partido del día sábado Cat 95 entre Estudiantes y Luna Park y agrego un comentario ya que mi familia completa y yo estábamos ahí.
El sábado día esperadísimo por Matías, nuestro hijo mayor de 12 años, se había quedado con muchas ganas de jugar el día anterior en la prueba de Maradona, porque después de 3 horas de esperar en el Racing Car muerto de frío, cuando le tocó a su categoría la 96 jugar se suspendió por el deplorable estado del lugar, poco espacio, 500 personas, un freezer y encima la cancha toda llovida, donde los chicos se golpeaban cada vez que querían hacer un pique... yo contenta de la suspensión porque pensé... cuando le toque a Mati la cancha será una pileta y temía que se lesionara. Volvimos todos a casa sin realizar la prueba con la promesa de hacerla dentro de 1 mes, espero en un lugar acorde.
Bien, continúo, solo estaba dándoles un panorama de lo que estaba pasando Matías, tenía muchas, pero muchas ganas de jugar al fútbol, llega la noche del sábado y con toda la familia incluida una bebe de 3 años partimos bajo la nieve, viento y frio al gimnasio municipal 1, pagamos todos la entrada y nos predisponemos a presenciar un lindo partido, luchado seguro porque son dos equipos que siempre están peleando la punta, y así estábamos, calentitos, compartiendo con los demás papas las opiniones y esperando. Todo bien.
Empieza el partido y justo a Matías le toca empezar en el banco, imagínense con las ganas que tenía de jugar, por suerte al rato entra a jugar y en un corner salta alto y mete el primer gol del Luna, que alegría, bien el partido sigue peleado y termina el primer tiempo.
Sin esperar siquiera 2 minutos, los reglamentarios creo son 5, el árbitro avisa que empieza el segundo tiempo y 1 minuto después nada pasa, sólo preguntas y movimiento de gente ¿qué paso? Preguntábamos entre nosotros los papás de estudiantes, que los conocemos hace años de los partidos y los del Luna Park, nadie sabía nada, todo era confusión y por supuesto nadie ni árbitros, ni fiscalizadores, ni nadie explicó nada. Se había suspendido el segundo tiempo, vaya a saber por qué.
Así volvimos a casa de nuevo y Matías, nunca entendió qué pasó, lo único que quedó sin jugar. O sea semejante movimiento y por el accionar de un árbitro que jamás dijo nada todos los papás y familiares incluidos jugadores que UNA VEZ MAS NO ENTIENDEN PORQUE LOS GRANDES, LOS MAYORES, LA GENTE QUE SE SUPONE LOS GUIA, LOS DIRIGE Y especialmente un "JUEZ" (JUSTICIA) EN UN PARTIDO SE COMPORTA DE MANERAS QUE ELLOS NO ENTIENDEN.
El deporte infantil, sea cual fuere, es el semillero de futuros hombres y mujeres deportistas. El deporte es el que les enseña reglas, a afrontar situaciones que después le sucederán en la vida, les enseña la disciplina de la alimentación, del compromiso para entrenar, del compañerismo y actuar en grupo, etc, ect, etc, más allá del beneficio físico que recibe el chico que hace deporte, el joven no está ni en las calles tomando, ni robando, ni drogándose.
Si siguen así con este tipo de situaciones ¿a dónde va el deporte? Falta organización, y también supervisión.
Último comentario, ayer observaba otro partido en la Cat 96, donde jugaban Villa la angostura y San Cayetano, mientras entraban en calor los chicos del Luna Park, en un momento vemos que el árbitro expulsa al DT de San Cayetano por, vocabulario??? El DT estaba todo el tiempo callado y cuando habló lo expulsó, mientras que durante todo el partido el otro director técnico de Villa se pasó todo, todo el tiempo gritando a sus jugadores, lo digo literalmente, i n s o p o r t a b l e y nunca le dijeron nada, eso hace cada uno de los partidos presiona constantemente a sus jugadores de manera explícita y nadie le dice nada.
Creo que las leyes tienen que ser iguales para todos. O este señor tiene derecho a hacer y deshacer a gusto y piacere porque tiene un cargo en la Liga de Bariloche?? Gracias por escuchar.
Cristina D Avanzo mamá de 2 jóvenes jugadores del Luna Park
La Asociación Rosarina quiere erradicar la inconducta de padres, técnicos y dirigentes en los torneos de niños donde, de tanto en tanto, ocurren incidentes extra deportivos. La lógica de las competencias queda en tela de juicio.
La Asociación Rosarina de Fútbol se pondrá en campaña, desde esta semana, para intentar cambiar actitudes violentas de padres de niños que juegan en su liga infantil y cuyos brotes de iracundia, al parecer, ya representan un motivo de preocupación en la dirigencia.
Los torneos de esta institución nuclean a 4.000 chicos de 6 a 12 años que cada fin de semana disputan casi doscientos partidos en los que, de tanto en tanto, se suscitan altercados de inusitada efervescencia originados por los familiares de los jugadores que olvidan lo que debiera ser el carácter recreativo del deporte a esa edad y le añaden una presión extra a los cebollitas.
Mario Giammaría, titular de la Asociación Rosarina (ARF), distinguió esta clase de manifestaciones violentas de las que se dan en los estadios del fútbol de adultos o profesional. “Son situaciones especiales, difíciles de prevenir porque tienen un carácter emocional y espontáneo. A los partidos de infantiles no asisten barrabravas. Son los padres a quienes, de repente, se les sale la cadena y empiezan con gritos, presiones al árbitro y a los mismos chicos que están jugando. Una vez fue el secretario de un juzgado el que protagonizó, de repente, uno de estos hechos. Son situaciones inesperadas, de gente que no va a la cancha con la premeditación de hacer un escándalo”, describió.
Desde la Subsecretaría de Desarrollo Deportivo provincial, el problema estriba en aplicar la lógica competitiva del fútbol profesional a jugadores que son niños.
SÓLO UN JUEGO
Los incidentes graves no son muchos, habida cuenta de la cantidad de partidos que se disputan, pero lo que preocupa en la ARF es la predisposición constante al exabrupto que sí se percibe latente en cada cotejo. “Hay padres que parecen no darse cuenta de que así perjudican a sus propios hijos, los avergüenzan y les dan un mal ejemplo al protagonizar situaciones enojosas en un encuentro que debería ser un juego recreativo”, señaló Giammaría.
El dirigente admite que acaso la raíz del problema esté en poner en juego la lógica del vencedor y el vencido para torneos infantiles. “Pero todo en la vida es competencia. Aunque eso no habilita a nadie a propiciar situaciones violentas”, dijo el titular de la ARF. Por caso, la entidad expulsó a un director técnico de una división infantil que insultó a un árbitro, y el año pasado otro referí fue agredido por padres de jugadores.
“La campaña se llama Ellos sólo quieren divertirse, y con ella queremos llevar a las canchas un poco de sensatez para los adultos que estamos alrededor de los chicos, sean padres, técnicos, dirigentes o árbitros”, planteó Giammaría.
Pablo Catán, subsecretario de Desarrollo Deportivo de la provincia, dijo que el Gobierno está dialogando con las ligas infantiles afiliadas a la Federación Santafesina de Fútbol para “acordar cambios que aproximen las competencias al cumplimiento de los Derechos del Niño”. La ARF y la Liga Venadense no integran esa federación.
El funcionario marcó como ideal de competencias infantiles lo que se hace en voleibol, rugby y basquet, donde lo que se organizan “son encuentros, no torneos con descenso, premios y castigos, en los que los trofeos son más altos que los chicos”. Pero –aclaró– el Gobierno no tiene atribuciones para imponerle a cada asociación deportiva cómo debe organizar sus actividades. “Por eso, lo estamos discutiendo y debemos acordar. No es fácil, porque la competencia infantil es una lógica que se viene aplicando desde hace muchos años”, indicó Catán.
Las categorías 99 de Mediterráneo y Don Bosco, dos clubes matanceros que participan de la Liga FEFI de fútbol infantil, se enfrentaron el sábado pasado y fueron partícipes de un hecho bochornoso. No, los chicos de diez años no hicieron nada. Sí varios padres, que por sus gritos y protestas obligaron al árbitro a suspender el partido. Los pibes terminaron llorando. Lamentable.
Por Jorge Fuentes
El tipo, cuarentón, estaba adentro de la cancha, insultando al árbitro de todas las maneras imaginables. Al lado estaba su hijo, de 10 años, llorando. Cerca de ellos había más chicos lagrimeando y más padres gritando, completamente sacados. Esta postal de la vergüenza fue extraída de un partido de fútbol infantil, de la Liga FEFI, en una cancha de Ramos Mejía.
Pasó allí, pero también ocurre en otras partes. Y todos los fines de semana. Pero vale tomar este caso en particular, por cercanía y porque el autor de esta nota tiene un sobrino, integrante de la categoría 99 de Don Bosco, que fue testigo involuntario de esta demostración de estupidez humana.
Casi no importa cómo se desencadenó el problema. En esta ocasión fue por un fallo discutido de un árbitro que a un grupo de padres de los chicos de Don Bosco no le gustó y decidieron hacerlo saber insultando al árbitro y gritando de manera exacerbada delante de los chicos.
Hay veces que este tipo de conflictos se desatan, también, porque los padres les gritan barbaridades a sus propios hijos, cosas como “corré, cagón” (esto es cierto, no es una figura) o alguna otra salvajada. O porque se la agarran con el técnico que no pone a sus hijos. En cualquier caso, lo único que logran es que el chico sufra y no disfrute de jugar a la pelota.
Un reconocido técnico de Inferiores, en una charla informal (y “off the record”, por eso no se lo nombra) le confesó en una ocasión a El1 Digital, que “lo peor del fútbol juvenil no son los empresarios, ni los dirigentes, ni los técnicos: lo peor son los padres de los chicos, que los presionan y sueñan con salvarse gracias a ellos”.
Javier Villarreal, entrenador en las Infantiles de Almirante Brown, coincide con esta apreciación. “Muchos padres son futbolistas frustrados y piensan que sus hijos van a ser como Maradona o Messi. Así, lo único que hacen es cargar de responsabilidad a los chicos que solo tienen que preocuparse por jugar y divertirse”, aporta.
Pasó en un partido de chicos de diez años en Ramos Mejía. Pero no es un caso aislado. Lamentablemente. Los pibes quieren jugar, pero sus padres no los dejan. Y no solo eso, los hacen llorar. Como pasó con los de las 99 de Don Bosco y de Mediterráneo. Entre tanto despropósito, uno de esos chicos, jugador de Don Bosco, expresó la única frase sensata de esa vergonzosa tarde: “Ojalá que los padres no vengan nunca más”.
Por la presente me dirijo a Ud. A los efectos de llevar a su conocimiento lo acontecido en el día de ayer, 24 de Julio del cte. Año por la tarde durante una práctica de fútbol de la categoría 2001, en la cual juega mi sobrino-ahijado; Rafael Ruiz.
Como todos los Viernes, desde hace ya tiempo esta categoría realiza práctica en el Gimnasio Greenfield, sito en la calle Italia e Ituzaingo, más exactamente desde que tienen nuevos entrenadores, Cristian y este individuo llamado Ernesto, del cual voy a hablar en la presente.
Mi ahijado padece de un problema en uno de sus ojos, perdió mucha visual del mismo, asunto que esta siendo controlado y ha mejorado muchísimo, gracias a Clínica de ojos Nano, a la cual se lo esta llevando con el mayor de los sacrificios económicos. Se le han recetado anteojos.
La madre de Rafa, le comento este problemita a este individuo “Ernesto” y fue suficiente para que nunca más se lo integrara al equipo ni siquiera en las prácticas, sin ir mas lejos en el día de ayer y habiendo abonado, lo que estos entrenadores le cobran a los nenes por la practica en el gimnasio antes mencionado, llevamos a Rafael y este Señor lo tuvo sentadito en el piso todo lo que duro la practica, hasta que la abuela de Rafael se quejo diciendo; “ Que pasa que no pones a mi nieto a jugar, si es así me hubieras avisado y no lo traía, a tomar frío, por que también pagamos por la cancha”, a los que este individuo mal educado respondió; “ A mi no me venga a apurar y no lo traiga mas “. Ahora yo pregunto, pagamos la cuota del Club con sacrificio, ponemos dinero cada vez que nos piden con el mayor de los esfuerzos, ¿Quién ES ESTA PERSONA, “DT. ERNESTO”, PARA DECIDIR QUIEN SE QUEDA O SE VA DE PARQUE ESPERANZA? Y SOBRE TODO POR QUE EL CLUB ACEPTA QUE SE DISCRIMINE A UNA CRIATURA DE OCHO AÑOS POR TENER PROBLEMAS DE VISUALES? Por que este Sr. Esta discriminando a Rafael, siempre con cualquier pretexto lo deja sin jugar.
Este señor, realizo una reunión, en una oportunidad para informarles a los Padres que había tres nenes que andaban flojos, entre los cuales estaba Rafael, mi sobrino. Nosotras la Flia. de Rafa creímos en este individuo que con promesas nos convenció que trabajaría para que el nene mejorara, pero no fue así, por que desde entonces jamás se lo volvió a integrar al equipo y ahora hasta le niega la posibilidad de asistir a una practica y poder jugar, como lo hizo en el día de ayer.
QUE VERGÜENZA Y QUE DOLOR NOS OCACIONA ESTE SEÑOR QUE SE CREE DIOS Y NO ENTIENDE QUE LOS NIÑOS SOLO QUIEREN JUGAR AL FUTBOL.
Hoy, Rafael piensa que todo esto le sucede por culpa de su ojo y dice que si no fuera por eso a el lo dejarían jugar, a Uds. Les parece justo que mi sobrino sienta estas cosas?? Quien va a pagar por la desilusión de Rafael??
Quizás algún día, los hijos de este Sr. Ernesto deban padecer lo que hoy padece Rafa y que alguien haga con ellos lo que EL esta haciendo con mi sobrino un niño de tan solo ocho años que no entiende de maldad y por eso no se defiende, solo que para eso estamos nosotras, su mama, su abuela y su tía, que velan por el y lo protegen de la maldad de estos individuos.
Solo quería llevar a su conocimiento lo ocurrido y dejar en claro que NO voy ni vamos a permitir un acto más de discriminación hacia Rafael, usar anteojos no le impide a nadie jugar al fútbol. SOLO HAY QUE SABER DAR OPORTUNIDADES, LAS CUALES ESTE SR. ERNESTO LE ESTA NEGANDO A RAFAEL.
Espero que Ustedes tomen las medidas necesarias, para que esto no vuelva a repetirse ni con Rafael, ni con ningún otro niño y además solicito y creo importante y necesario que este individuo pida disculpas por la falta de respeto cometida hacia mi madre, la abuela de Rafa en el día de ayer en Greenfield.
Además, informo que llevare una copia de la presente nota a los responsables de ACIFO, para dar a conocer y que todo el mundo sepa que tipo de individuo dirige la Categoría 2001 de Parque Esperanza.
Fragmento de una conferencia dictada por el Dr. Lucio Bizzini.Psicólogo del"Centre de Medecine Exercise"de Ginebra, en el Congreso de Rapallo del Panathlon Internacional en el mes de julio de 1995.
Entretenerse y jugar.
Practicar el deporte de su agrado.
Aprovechar un ambiente sano.
Ser tratado con dignidad.
Ser rodeado y entrenado por personas competentes.
Hacer entrenamientos apropiados a su físico.
Competir con niños con las mismas posibilidades de éxito.
Practicar el deporte dentro de la máxima seguridad.
Tener adecuadas pausas para descansar.
A no ser un campeón.
La Carta de los derechos del Niño en el Deporte, fundada en datos recientes de la medicina, psicología del desarrollo y pedagogía, en relación a la práctica deportiva del niño hasta los 14 años de edad, apoya:
a)ampliar la experiencia motriz a través de la práctica de varios deportes,
b)adaptar la organización de las competiciones sin imitar las competencias de los adultos,
c) respetar los tiempos personales de adquisición de conocimientos, sin apresurar su preparación;
d) tener en cuenta los cambios fundamentales referentes a la pubertad, que frecuentemente llevan a disminuciones de las aptitudes motrices.
La actividad física y el deporte son herramientas privilegiadas de exploración y conocimiento para el niño y el adolescente. El deporte (de la antigua palabra francesa "deport") significa diversión; también el atleta de alto nivel aprecia el profundo placer de la práctica del deporte. Motivaciones intrínsecas como el placer y el deseo de progresar se encuentran también en el famoso "año más" donde el competidor, ya no apoyado por suficientes motivaciones, acaba su carrera, siendo anónimas.
Para el niño las victorias y marcas no son la cosa esencial del deporte, sino la ampliación de conocimientos, la satisfacción y el mejoramiento de si misma. Por lo tanto, durante los primeros años de la práctica deportiva, el deporte debería ser experiencia del placer y del progreso físico. La exacerbación de la competición y una intensidad monodisciplinaria excesiva antes de los 13 o 14 años (depende de la disciplina deportiva), no favorecen el crecimiento del deportista-aprendiz: por el contrario: aumenta el riesgo de que deje de practicar el deporte.
El mundo del niño es diferente del mundo del adulto; para que progrese hay que ofrecerle varios modelos, infraestructuras y pruebas distintas de las del adulto .En otras palabras: hay que respetar su mundo. También se aprecia subrayar que "si alegría y amargura en el deporte son sinónimos de victoria y derrota, ello en general depende de la influencia del adulto".
Partiendo de estos principios es posible definir una ideología psicopedagógica del deporte fundada en los conceptos observados en los ritmos de desarrollo, de adaptación de las formas de competición y de las infraestructuras que preanuncian la práctica pluridisciplinaria. Los diferentes temas de la Carta de los Derechos del Niño en el Deporte nos brindan numerosos ejemplos, positivos y negativos, del enfoque que el adulto propone al niño que practica el deporte.
Derecho de practicar el deporte sin ninguna diferencia (sexo, aptitud, características físicas): Todos los niños deberían poder practicar el deporte en cualquier asociación deportiva.
Ejemplo positivo: los clubes de natación y los grupos de no competición.
Ejemplo negativo:los niños obligados a quedarse sentados en los deportes colectivos.
Derecho de entretenerse y jugar: Es decir, en el mundo en que se entretienen y juegan los niños entre los 7 y 14 años. Cuando se observa un grupo de niños jugando se ve que inventan reglas y forma de competiciones especiales que a menudo duran toda la tarde, alternando varias actividades del deporte: fútbol, carreras, patín, ciclismo, etc. Ello pone de manifiesto la necesidad de variar, crear condiciones diferentes, proponer alternativas de juego, fomentar el uso de estas prácticas espontáneas.-
Derecho de aprovechar de un ambiente sano: Se refiere, no solamente al ambiente físico sino al entorno humano. Investigaciones recientes destacan que no es suficiente practicar deporte para defenderse de la tentación de la droga (el problema del doping prueba lo contrario).Le toca al adulto, entrenador o dirigente, educar al niño en el sentido del bienestar físico y psicológico facilitado por la práctica del deporte e introducir, cuanto antes, nociones como el fair play. Ejemplo positivo: destacar gestos altruistas y lealtad. Ejemplo negativo: conducta desfavorable del entrenador o del padre contra el árbitro.-
Derecho a ser tratado con dignidad: Muy a menudo ocurre que en la práctica diaria de los deportes vuelven a aparecer elementos negativos como los de la escuela "rígida" o que el entrenador use un lenguaje que no respeta las reglas de la buena educación. Estas son posturas que no ayudan la función educativa que tiene el deporte. En este caso, eldeporte es fuente de frustración, desilusión y escuela de "falta de respeto hacia los otros".
Derecho a ser rodeado y entrenado por personas competentes: El entrenador-educador que actúa en el mundo de los jóvenes debe poseer conocimientos sicológicos, pedagógicos y técnicos para poder adaptarse a la realidad del niño. Es obligación de los técnicos proporcionar fundamentos didácticos, dándoles un contenido y sugiriendo métodos apropiados. Desdichadamente sucede muy a menudo que entrenadores menos competentes se les confía deportistas muy jóvenes y cometen faltas que frecuentemente, influyen en el futuro deportivo del niño. Algunos entrenadores usan teorías de entrenamiento y competición apropiados para adultos, pero inadecuados para los niños. Por esta causa gran cantidad de los jóvenes después de los 15 años deja el deporte de competición y lo peor es que muchos se alejan totalmente de la práctica del deporte.
Derecho de hacer entrenamientos según los ritmos individuales: Cada persona tiene un ritmo de adquisición de conocimientos y esto debe ser tenido muy en cuenta para poder fomentar las aptitudes y evitar los errores de entrenamiento. En este caso se conjugan el aprendizaje de automatismos y el desarrollo muscular y físico.
Derecho a competir con jóvenes que tienen las mismas posibilidades de éxito: No es posible hacer competencias entre niños con diferencias físicas o con niveles de preparación muy diferentes. De la derrota deportiva se pueden sacar elementos significativos para la enseñanza, pero la experiencia de sentirse débil o inferior no es ventajosa, así como tampoco es la de sentirse muy poderoso.
Derecho a participar en competiciones adecuadas: La tendencia en la organización de las competiciones para niños es adultomórfica (campeonatos largos, torneos por eliminación directa, largas distancias a recorrer, títulos de campeones, etc.)Sin embargo hay algunos ejemplos positivos de adaptación del deporte a la edad: minibásquetbol,minivoleibol, fútbol de 7, torneos de un día.
Derecho a participar el deporte dentro de la máxima seguridad: Aquí se plantea el problema de adaptación de las infraestructuras, que a menudo no tienen en cuenta la realidad física y síquica del niño (canchas muy grandes, piso irregular, con pozos, útiles inadecuados, etc.)
Derecho a tener adecuadas pausas para descansar: Ocurre muy a menudo que, en lo que llamamos entrenamiento intensivo precoz en el deporte organizado (mas de 10 horas semanales para deportistas de 7 a 14 años ),se usen las vacacionespara seguir los entrenamientos, de tal forma que no se le permitan una temporada de descanso. También que, luego de entrenamiento diario, algunos padres sigan exigiendo que prosiga su preparación en la casa, con el erróneo fin de apresurar su desarrollo deportivo.
Derecho a no ser campeón pero también derecho a serlo: Alrededor de los quince años de edad cuando finalizan los primeros años de práctica deportiva, el joven adquirió el conocimiento de que la competición es alegría, por el hecho de compararse, comprenderse, confrontarse con los otros y consigo mismo.-
El mundo del niño es diferente del mundo del adulto; para que progrese hay que ofrecerle varios modelos, infraestructuras y pruebas distintas de las del adulto .En otras palabras: hay que respetar su mundo. También se aprecia subrayar que "si alegría y amargura en el deporte son sinónimos de victoria y derrota, ello en general depende de la influencia del adulto".
Derecho de practicar el deporte sin ninguna diferencia (sexo, aptitud, características físicas): Todos los niños deberían poder practicar el deporte en cualquier asociación deportiva.
Ejemplo positivo: los clubes de natación y los grupos de no competición.
Ejemplo negativo:los niños obligados a quedarse sentados en los deportes colectivos.
Art. Nº 1: El Honorable Concejo Deliberante de San Pedro, se dirige al Presidente de la Liga Infantil de Fútbol de San Pedro, Sr. Omar Paparini, para que a partir de la temporada 2009 tengan a bien campeonatos con la metodología de todos contra todos, con sumatoria de puntos y donde el campeón sea el que mayor puntos acumulo durante el mismo. No realizando campeonatos donde haya equipos que clasifiquen para instancias superiores y otros queden fuera de competencias, en ninguna de las categorías con las cuenta la Liga, evitando situación que a veces lleven a los niños a sentirse fracasados por el solo hecho de perder un partido de fútbol.
Art. Nº 2: Solicitar que en caso de igualdad de puntos, sean consagrados como campeones todos los equipos que lograron igualar en la sumatoria de puntos en la primera posición, en todas las categorías en las que se divide el fútbol infantil en San Pedro.
Art. Nº 3: Solicitar los clubes que participan de los torneos de la Liga Infantil, que cuando en un campo deportivo, al finalizar la temporada futbolística, un equipo que se consagre campeón de una categoría, invite al equipo con el cual deba jugar según el fixture, a realizar la vuelta olímpica, y que la premiación no se realice dentro los campos de juego sino en otro ámbito y en días diferentes a las competencias.
Art. Nº 4: Solicitar a las autoridades de la Liga Infantil de Fútbol, que al tomar conocimientos de hechos de violencia dentro de los campos de juego, se suspenda todos los partidos a disputarse en el escenario donde se produjo el hecho, y que además se dé inmediata intervención a las autoridades policiales o judiciales, y que los informes correspondientes sean con copias a las autoridades mencionadas, para que efectúen la correspondiente investigación y sanción de los culpables de originar o cubrir los hechos de violencia.
Art. Nº 5 Repudiar desde este Cuerpo, los hechos de violencia producidos dentro los campos de juego del fútbol infantil, los días 18 de octubre y 1 de noviembre, y que se tomen las medidas necesarios, para que nunca mas, se produzca hechos de violencia dentro un campo de juego, donde participen menores en el ámbito de un partido de fútbol.
Las escuelas de fútbol están abiertas a todos, incluidos los niños con alguna discapacidad o trastorno físico como asma, alergia, Síndrome de Down, hiperactividad o sordera. Esas alteraciones no les impiden de jugar al fútbol. El deporte mejora su relación con los demás, y les dan más seguridad en sí mismos. El Unicef reconoce que el fútbol es un instrumento educativo valioso que puede ayudar a los niños a superar traumas y frustraciones. Niños mayores pueden recuperar la infancia “perdida” a través del fútbol. Unicef utiliza el fútbol de muchas formas y en muchos países, para educar a los niños en sus relaciones con los demás, a divertirles, a protegerles de la violencia, de los abusos, y de otros males, y a concienciarles acerca del Sida, etc.
La AFA dentro de los estadios y el Ministerio de Seguridad dentro y fuera de los estadios de futbol Y en esa conversación se me ocurrió decir: - Entonces cuidemos nuestro Fútbol Infantil para que no se meta la violencia en nuestros clubes de barrio . . . y vinieron estas respuestas: - Vamos en el mismo camino - No se sanciona económicamente a los responsables de insultos y agresiones físicas a los muchachos que hacen de jueces - En un par de años vamos a tener un muerto y allí reaccionaremos - Ya sacaron "un fierro" en un partido de otro Club de Barrio y el Juez tuvo miedo de informar - Todos saben, nadie informó - Y sucede en todas las Ligas de Futbol Infantil de todas las localidades del Gran Buenos Aires y Capital Federal
Daniel H. Spagnolo
"INFORME ESPECIAL" Diario La Nación 10 de agosto de 2009
El baby fútbol vive una influencia creciente de innumerables presiones: hay casos de padres que golpean a los entrenadores y a los árbitros, clubes que se roban jugadores, partidos con presencia policial y empresarios que aprovechan la ansiedad familiar.
Canchitas convertidas en ollas a presión, jugadas en busca de un escape, campeonatos transformados en competencias descarnadas y cargados de intolerancia, a la vez. Locura, desesperación y violencia en las puertas mismas de la infancia. Sucesión de imágenes de pequeñas peleas en las que los más grandes muestran todas sus frustraciones. El fútbol infantil, una excusa.
Unos pasos más allá del círculo central el pibe salta en busca de un centro endiablado. Salta, y con un leve toque de su pecho ahuecado hace caer la pelota junto a su pie derecho. Tiene nueve años y levanta la cabeza para ubicar a sus compañeros como si fuera Riquelme. Hace exactamente lo que tiene que hacer. Pero justo en ese momento escucha un grito imperativo, casi rabioso: ¡¡¡Pegale!!!.
Es la inconfundible voz de papá que quiere que el nene, además de la maravilla que ha hecho, firme el gol con su apellido. Pero el hijo pródigo se abatata, se aturde. En esa mínima fracción de tiempo la voz paterna y la voz de ese nosotros que es el equipo se le han mezclado y no lo dejan decidir. Entonces le quitan la pelota.
Sabado a la tarde en cualquier barrio de la zona metropolitana. Sábado 19 de noviembre a las 17 en La Paternal. Promedia la jornada en la que se enfrentan las categorías infantiles de Villa General Mitre, el local, y Mataderos Juniors de la liga del FEFI. Maximiliano Fernández, el árbitro , bufa: "Una jornada de huérfanos sería ideal. Los chicos vienen a divertirse, los padres convierten esto en un trabajo".
HOY, EL CARTEL DE “SEAMOS AMIGOS” FUE REMPLAZADO POR EL DE "SEAMOS LOS MEJORES"
¿CAMPO DE JUEGO O CAMPO BATALLA? El correlato de este cambio, por supuesto, también está en las canchas, donde los pibes ya no van a divertirse, sino a ganar. La presión por el resultado es tan grande, que desde edades muy tempranas sufren con rigor de profesionales.
El panorama es desolador: entrenadores que gritan, padres que gritan, madres que insultan a los chicos del otro equipo, jugadores que no saben aún atarse los cordones pero ya aprendieron a pegar el codazo cuando el árbitro no los ve o a caer como Vic Morrow en Combate cuando la pierna de un rival le roza la propia.
Los chicos que pierden se van llorando, se niegan a saludar al ganador y entran al vestuario pateando la puerta, gestos todos que son celebrados por padres, tíos y entrenadores como demostración de guapeza, virilidad y hambre de gloria. El discurso oficial que divide al mundo en “ganadores” y perdedores”, encuentra en la inocencia de los chicos un terreno demasiado fértil.
Quien sabe que situación inconsciente o consciente a veces pasa por la mente de una persona que quiere ser entrenador de Fútbol Infantil. Qué lo lleva a tomar ese "puesto"?, porqué quiere serlo?, porqué se ofrece?, Cual es su objetivo?...y Cuál es su necesidad, deseo, fantasía?
Una vez por semana me reunía con los padres de los niños que concurrían al Club y formaban parte del "plantel", la mayoría, madres, se quejaban porque sus hijos no jugaban los domingos a pesar de venir todos los días a practicar. Tamizaba, analizaba la información y hablaba con los técnicos…la respuesta de uno de ellos, le da título a la nota de hoy…
Cual era la idea del técnico? Poner a los técnicamente más capacitados para ganar el partido (y por ende el campeonato) y dejar al resto o en su casa o en el banco de suplentes. Ver a los niños sentaditos en un banco, en pantaloncitos cortos en invierno, observando como sus compañeritos de fútbol se divertían jugando y ellos sin poder jugar…no agrando la situación y pido perdón si ofendo a alguien , pero se me asemejaba al holocausto Nazi …y Hittler vociferando al lado de la línea de cal…
"Hay una anécdota que se repite, pero que vale la pena hacerlo porque refleja bien el interés de los padres", comenta Gastón y la comparte: "Un partido saqué a un chico que estaba jugando de titular todos lo partidos, porque ese día no estaba jugando bien. Lo saqué y ganamos, pero cuando terminó el partido, el padre me preguntó por qué lo había sacado".
Él le respondió recordándole que su hijo tiene once años y que los que están afuera son compañeros y amigos del chico, que para ellos es un juego y por eso quieren jugar.
"Hay veces que sacás a los pibes y los padres se empiezan a fastidiar, se levantan; hasta hay quienes se van de la cancha. Esto es una carnicería", afirma Gastón, que además es sobrino de Ramón Madoni, quien descubrió a varios de los futbolistas que jugaron el último Mundial de Alemania con la celeste y blanco.
“Algo anda mal en el fútbol de menores”, señala Sergio Batista, entrenador de la Selección de Argentina Sub-20. Y agrega: “un técnico de chicos de ocho años dice que a la noche, después de cada partido, debe tomar una pastilla para poder dormir. Estamos todos locos”.
Batista refería que hay entrenadores de divisiones inferiores que le piden no convocar jugadores de su club a la selección porque los necesitan para jugar y ganar, porque si no muestran resultados, los echan a ellos.
“Todos los domingos se puede observar mujeres que insultan a los árbitros o padres que increpan a los niños”, aseguró Pablo Lerda, presidente del club cordobés Unión San Vicente.
El presidente del club cordobés Unión San Vicente, Pablo Lerda, en diálogo con Cadena 3 se mostró muy angustiado por el episodio registrado el pasado fin de semana pasado y señaló que esta clase de hechos se registran casi todos los domingos.
Un partido de fútbol infantil se convirtió en una batalla campal como consecuencia de la violencia fuera de control de un grupo de padres.
Los incidentes se produjeron durante el encuentro "amistoso" que disputaban los equipos de La Docta y Naranja Acosta, cuando un hombre insultó a un niño que estaba jugando el partido y eso provocó la reacción de la madre de éste.
Si nos damos una vueltita un sábado a la tarde por algún club de barrio, nos daremos cuenta de que el fútbol infantil es una verdadera picadora de carne. Es lo más parecido al circo romano, donde los gladiadiores luchaban contra los leones en la arena. La diferencia está en que, en este caso, el “guerrero” es una criatura de apenas… seis? ocho? diez años?
Durante los últimos cuatro años, el fotógrafo de Clarín, Fernando de la Orden, ha recorrido gran parte de los clubes de barrio porteños. En sus fotografías queda reflejada una realidad, a veces incomprensible, que ocurre cuando la diversión de los chicos queda oscurecida bajo la sombra de los intereses de los adultos. Peleas entre padres, excesivo fanatismo y escabrosos intereses económicos, son protagonistas en un mundo que los pequeños futbolistas ni siquiera están preparados para comprender.
Como dice Fontanarrosa, en el prólogo el libro “intenta recuperar el placer del juego por el juego mismo, el juego como finalidad en si”. Y finaliza “nadie tiene derecho, se me ocurre, a frustrar los sueños de un pibe”.
Seleccionamos algunas frases destacadas por el libro que nos invitan a pensar:
• Una cosa es tener un hijo al que le gusta el fútbol y que además juega bien y otra, muy distinta, es formar a un crack, con todo lo que eso significa.
• El problema no es la competencia en si, sino lo que los adultos hacemos con esa competencia. ¿El objetivo siempre es ganar?
• Hay veces en que los nenes se quedan mirando a un loco desaforado que no entienden que sea su papa, enojado porque su hijo sacó mal un lateral.
• Cuando gana el equipo contrario, los padres empiezan a echarle la culpa al referí y no se fijan que los que ganaron también son chicos.
• (Algunos técnicos) como cobran, tienen que ganar. Si no, los echan del equipo. Y adquieren prestigio ganando campeonatos. Frustran pibes, pero ganan campeonatos.
• ¿Será posible que un chico que no llega a los 10 años pueda soportar la carga de ser el sostén económico de una familia jugando al fútbol? Que diferencia hay entre eso y la explotación de menores y el trabajo infantil?
" Hay que educar desde la más tierna infancia para la convivencia. Más allá de un resultado deportivo. Queremos lograr futuros hombres de bien. Un niño que gana el deporte es un hombre que pierde el vicio."
"Hay que tratar al niño como un existente que se está construyendo, evitando que el grado de competitividad sea tan alto que llegue a ahogar el carácter libre y espontáneo del niño."
Quienes han transitado gran parte de su vida en la actividad deportiva, observan con actual preocupación el desarrollo del deporte infantil, en el ámbito mundial, a través de organizaciones de campeonatos deportivos al margen de la escuela y promocionándolos similarmente al modelo del deporte profesional,que responde sólo a los intereses de los adultos ignorando las necesidades lúdicas y evolutivas de los niños.